martes, 20 de octubre de 2015

La Gloriosa 1688

La Revolución Gloriosa fue el derrocamiento de Jacobo II en 1688 por una unión de Parlamentarios y el Estatúder holandés Guillermo de Orange.










Antecedentes


Durante sus tres años de reinado, el rey Jacobo II fue víctima de las batallas políticas en Inglaterra entre el catolicismo  y el protestantismo de un lado, y entre el derecho divino de la Corona y los derechos políticos del Parlamento por el otro. El problema político más importante que tenía Jacobo era su catolicismo, que le dejaba bajo los ataques de los dos partidos en el Parlamento. Los miembros del partido liberal británico del bajo clero habían fallado en su intento de excluir a Jacobo del trono entre 1679 y 1681, y los seguidores de Jacobo eran los tories del alto clero anglicano. Cuando Jacobo heredó el trono en 1685, tenía gran parte del apoyo del «Parlamento Leal», que estaba compuesto mayoritariamente de tories. Sin embargo, el intento de Jacobo por relajar las leyes penales puso en su contra a sus seguidores naturales, ya que los tories lo vieron como un intento de desestructurar a la Iglesia de Inglaterra. Abandonando a los tories, Jacobo quiso formar un «Partido del Rey», para equilibrar a los tories anglicanos, así que en 1687 Jacobo apoyó la política de la tolerancia religiosa y emitió la Declaración de Indulgencia. Aliándose con los católicos, los disidentes y los no-conformistas, Jacobo esperaba construir una coalición que le daría la emancipación católica.



Jacobo II




LA REVOLUCIÓN

A la muerte de Carlos en 1685, Jacobo se convirtió en rey. Apartó a muchos de sus seguidores con sus severas represalias, sobre todo como consecuencia de una serie de juicios represivos conocidos por el nombre de 'juicios Sangrientos'. Jacobo trató de ganarse el apoyo de los disidentes y de los católicos en 1687, poniendo fin a las restricciones religiosas, pero sólo consiguió aumentar las tensiones. El nacimiento de su hijo, Jacobo Francisco Eduardo Estuardo, el 10 de junio de 1688, pareció garantizar la sucesión católica. Poco después, los líderes de la oposición invitaron al yerno de Jacobo, Guillermo de Orange, más tarde Guillermo III de Orange, a hacerse con el trono inglés, desencadenando así la Revolución Gloriosa.



Guillermo obtuvo el control temporal del gobierno, y en febrero de 1689 les fue ofrecida, a él y a María, la corona con la condición de que aceptaran la Declaración de Derechos, que se convirtió en el Bill of Rights. Dicho proyecto de ley otorgaba la sucesión a la hermana de María, (Ana), en caso de que María no tuviera hijos, impedía el acceso al trono de los católicos, garantizaba elecciones libres y convocatorias frecuentes del Parlamento, y declaraba ilegal la existencia de un ejército permanente en época de paz.
La Revolución Gloriosa tuvo éxito, sin derramamiento de sangre: el Parlamento era soberano e Inglaterra próspera. Fue una victoria de los principios whig, ya que, si los católicos no podían ser reyes, ningún monarca podía ser absoluto.
Lo importante de todo este proceso revolucionario se basa en el avance político (mientras que el sistema del continente europeo seguía siendo absolutistas, los británicos ya tenían una monarquía parlamentaria consolidada) en que se encuentra Gran Bretaña a partir de finales del siglo XVII, lo cual le dio las capacidades intelectuales para que durante todo el siglo XIX sea la potencia hegemónica por excelencia.

También, sembró la base política para que poco después se desarrolle la llamada Revolución Industrial, que le aseguraría el trono de todo el globo por casi un siglo.




Consecuencias de la Gloriosa Revolución


*Comenzó a funcionar en Inglaterra un sistema de gobierno llamado parlamentarismo. Este sistema aseguró la participación de los súbditos en el gobierno del Estado a través del Parlamento.


*Los grupos comerciales y manufactureros más poderosos controlaron el gobierno parlamentario con el fin de promover sus intereses económicos.

*Se eliminaron los privilegios reales, aristocráticos y de las corporaciones, los monopolios, las prohibiciones, los peajes y los controles de precios, que obstaculizaban la libertad de comercio y de industria.

*Se crearon y fortalecieron instrumentos que servían para el desarrollo de las nuevas actividades económicas: se creó el Banco de Inglaterra y se generalizaron las sociedades anónimas, se difundió la tolerancia religiosa y se protegió el progreso de la ciencia.


*El Parlamento prohibió las exportaciones de lana en bruto y organizó el establecimiento de artesanos extranjeros, con lo que sentó las bases del desarrollo de la industria textil.